Reacciones alérgicas en Anestesia |
Página 3 de 10 Otro término bien aceptado en la literatura es el de reacción anafilactoide, que se emplea para describir aquellas reacciones debidas a la degranulación de mastocitos y basófilos, por mecanismos no inmunológicos, por tanto, cuando no median anticuerpos específicos IgE (2,3,5,8,9). También se han denominado a estas reacciones como seudoalérgicas o de histaminoliberación inespecífica. Para complicar aún más la terminología, Watkins(9) propone que se denomine a cualquier reacción adversa que suceda durante los procedimientos anestésicos con degranulación de mastocitos y basófilos, como reacción anafilactoide, independientemente de su patogenia, basándose en que ambas reacciones son clínicamente indistinguibles, y hasta no disponer de los estudios inmunoalérgicos, no se pueden diferenciar.
![]() Fármacos y sustancias más frecuentemente implicadas.
Todos los fármacos anestésicos empleados y muchas otras sustancias del ambiente quirúrgico son capaces de producir reacciones anafilácticas y anafilactoides (R.A.A.). La frecuencia con que cada grupo de fármacos anestésicos se ve implicado en este tipo de reacciones varía según la época y los países, ya que los fármacos y las técnicas empleadas cambian(5,15,17,18. Sin embargo, el grupo de fármacos anestésicos que siempre ha provocado un mayor número de reacciones ha sido el de los miorrelajantes, seguido de los hipnóticos(15,17,18). En la última década, y sobre todo en Anestesiología Pediátrica, cada vez se describe un mayor número de reacciones anafilácticas al látex, ocupando actualmente el segundo puesto en frecuencia de presentación(22,24,25,26,32,33,34,35). Los relajantes neuromusculares son los responsables del 60-70 % de los "“shock”" anafilácticos perioperatorios(11,15,17,18). El agente más frecuentemente implicado es el suxametonio, y el que menos el pancuronio(15,17,18,36). El dato epidemiológico más característico es el importante predominio femenino de este tipo de alergia (8 a 1), que se explica por la mayor exposición que las mujeres tienen a productos de peluquería con iones amonio cuaternario, que tienen un efecto sensibilizante(15,17,37). Tres cuartas partes de estos accidentes por miorrelajantes son verdaderas reacciones anafilácticas, y sólo en menos de 15% se puede demostrar que se trate de una reacción de histamino-liberación inespecífica(15,18,37). Dado que el ion amonio cuaternario está presente en todos los relajantes musculares, y en multitud de sustancias y fármacos, los miorrelajantes presentan reactividad cruzada entre si, y con otros fármacos anestésicos (neostigmina, prometacina, trimetafán, morfina, etc.) (2,5,7). La alergia al látex está adquiriendo un protagonismo cada día superior, según todas las series publicadas(21,22,24,27,28,30,31), debido a una mayor y más generalizada exposición a esta sustancia en la población general, y muy especialmente en los niños(29,30,31,32,34,35). El látex no induce reacciones de histaminoliberación inespecífica, sino que sus accidentes sistémicos son siempre debidos a reacciones de hipersensibilidad tipo I o anafilácticas(28,29,32,34,35,38). Además el látex puede inducir el desarrollo de una dermatitis de contacto por hipersensibilidad tipo IV o retardada, pero que no cursa con sintomatología sistémica(38,39,40,41). Los hipnóticos intravenosos constituyen el segundo o tercer grupo de fármacos anestésicos implicados en este tipo de reacciones(16,17). El tiopental fue comercializado en 1934, y no es hasta 1957 cuando se describe la primera reacción anafilactoide por este fármaco(5,6,42). Es un fármaco con baja incidencia de accidentes anafilactoides comparativamente con su amplio uso, ya que se producen este tipo de reacciones en 1 de cada 30.000 usos, aproximadamente (1,5,42). Las reacciones que fundamentalmente induce son de tipo histaminoliberador inespecíficas, aunque también existen casos publicados de verdadera reacción anafiláctica(1,5,6,42). |